Portada Música Cine Actividades paralelas Escenarios Entradas Contacto
Logotipo de actual Actual 2006, Escenario de culturas contemporáneas.
5 de enero de 2006. 22.30 H. PALACIO DE LOS DEPORTES.
Aunque Shiva es el nombre del popular dios que simboliza el final de la rueda kármica, la danza de la creación, la música y el arte, Stefanie no lo escogió para su proyecto personal con la misma intención que el significado que se le otorga en la religión hindú. La idea no es tan espiritual, es más mundana y casual. La holandesa compró un micrófono en un viaje que realizó a la India, cuya marca era Shiva Sound System. Éste fue el micrófono que utilizaba en sus primeras actuaciones en solitario, empezando así el proyecto Shiva Sound.

Stefanie Ringes es el corazón y la cara de esta formación, ya que el resto de la banda es un flujo de músicos que va cambiando. Desde que creó su primera banda a la temprana edad de trece años, su vida ha sido un viaje constante. Nacida en Holanda, pasó un tiempo de su infancia en Indonesia y más tarde en Argentina. Rara mezcla a la que se suma su aterrizaje en Madrid. En esta ciudad se hace popular gracias a Lions in Love, mítica formación que a principios de los años 90 se hizo un hueco en la escena musical madrileña y que finalmente fichó por la multinacional “Drogaza”, con la que editó un disco.

Pero no es hasta 1998, cuando Stefanie, casi sin ser consciente de ello, se lanza en solitario fundando y encabezando Shiva Sound. Su necesidad vital por cantar y componer, así como quien respira, duerme o come, hizo que, después de Lions in Love, siguiera su camino en solitario aún sin tener un rumbo fijo. Su destino simplemente se dirigía a poder seguir experimentando con los sonidos que le hechizaran en ese momento.

El “orientalismo” es lo que expresa la atracción que siente Stef hacia los sonidos de la música de la India. Lo “exótico” es otro término en el que se cobija cuando hace referencia a sus filtreos con los ritmos latinos, y que alega a un hecho cultural holandés que recae en la tendencia a soñar con imágenes cálidas de palmeras, playas y cielos soleados.

El primer trabajo discográfico de Stefanie Ringes en solitario llegó en el año 2000. Llevando el mismo nombre que el grupo, Shiva Sound, el disco proponía una atmósfera con sonidos electrónicos, funk, hip-hop, samba o bossa nova.

Cinco años después, llega “Meena Supreme”, producido por ella misma y Antonio Claret: los sonidos electrónicos se diluyen con la sensualidad de las melodías brasileñas de los zurdos, pandeiros y tamborín, sin abandonar las influencias de la música india, y al frente de todo ello, la seductora voz de Stefanie.